DE LAS EXPECTATIVAS FRUSTRADAS
En toda relación humana, desde la más ocasional a la
más profunda, cada una de las partes espera a que la
otra se comporte de determinada manera y a esto lo
llamamos: expectativas. Es algo así como una forma de
vivir por anticipado nuestras relaciones con los demás,
con todas las suposiciones y deseos que tenemos antes
de que un acontecimiento suceda .
El Resentimiento, ¿Le hace mal al otro o a ti
mismo?
Expectativa es una palabra clave cuando
hablamos de resentimiento.
Los resentimientos nacen de las expectativas
frustradas.
Cuando damos por descontado y creemos justo
y lógico que el otro se comporte de determinada
manera en algo que tiene significado especial
para nosotros, y esto no sucede así, nos sentimos
injustamente pagados, ofendidos, adoloridos
y frustrados. Así comienzan los resentimientos.
reconociendo o no, de alguna manera nosotros
pensamos que la otra persona se va a ver afectada
cuando tenemos hacia ella un resentimiento; sin
embargo, la paradoja es que el resentimiento es
una de esas “victorias engañosas” que obra como
un bumerán, es decir, que se devuelve contra el
que lo lanza.
El dolor que esperaba causarle al otro y todas las
demás consecuencias negativas las está
recibiendo usted.
Cuando una persona está resentida con alguien,
desea vengarse. Quiere que el mismo dolor que
está sintiendo,lo padezca el otro y, por lo tanto,
lo primero que se le ocurre es retirarle lo más
importante que está dando: su amor, su afecto,
su amistad o su interés, dependiendo del tipo de
relación que tengan. Lo importante es que el
otro se dé cuenta de que está herido y esto le
duela.
Quien está resentido con otro, sabotea poco a
poco su relación porque, a partir de su herida,
aplica una forma intransigente y a veces injusta
para juzgar lo que la otra persona hace o deja
de hacer.
El resentimiento cambia su perspectiva de la
relación, usted a ser menos benévolo con el otro;
algunas cosas que antes no le molestaban ahora
las encuentra insoportables y, aún más, lo que
todavía funciona bien entre los dos,
empieza a parecerle falso o sin sentido.
Esto lo aplica no sólo al presente y al futuro sino
a su análisis del pasado, y allí encuentra muchos
motivos de de los que “no se había dado cuenta
antes”.
Este es el momento en que usted se pregunta:
“¿Por qué fui tan ciego o ciega ante todo esto?,
¿cómo fue que deje esto sucediera y no
reaccioné? .
Lo que pasa es que ahora está mirando las cosas
con otros “ojos”.
Ya no tiene la flexibilidad, la comprensión y la
buena voluntad que tenía es ese momento hacia
esa persona.
Ahora, debido a su herida, usted se ha
convertido en “un enemigo” y ya no está
dispuesto a disculpar nada.
Cuando las cosas llegan a este punto, lo
único que nos parecerá aceptable sería que
el otro se diera cuenta de “lo que nos hizo”
a veces pretendemos que esto suceda sin
decírselo directamente, que nos presentara
disculpas y que, de alguna manera, nos dijera
que también le duele que le quitemos nuestro
aprecio.
Generalmente, no sucede nada de esto y aún
cuando usted esté muy dolorido, es posible
que el otro ni siquiera se haya enterado del
asunto.
El que verdaderamente sufre con el resentimiento
es el que lo siente, no es otro.
“El esclavo es el que espera a que alguien venga
a liberarlo”.
El resentimiento viene acompañado de dolor,
odio y deseos de venganza... que solo lleva a
la destrucción de cada ser.
Lo esencial es cerrar la puerta a todo lo negativo y
no gastar tiempo en lo que solo hace retroceder
en la vida.
Ante los sucesos de decepción u otros similares,
es muy necesario buscar el diálogo sereno,
apacible y sincero.
Bendiciones a todos quienes visitan este blogs,
que solo tiene el propósito de ayudar a través
de reflexiones, pensamientos y vivencias de la
vida.
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