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viernes, 19 de agosto de 2016

DIÁLOGO ENTRE EL CORAZÓN Y LA RAZÓN...POR CULPA DEL AMOR...

La razón por sí sola es como un campo estéril. Te ayuda a entender, 

estructurar. Pero hasta que no interviene el corazón, ese campo no se 

vuelve fértil. Nada de lo que podría florecer, florece.

 Lo importante es permanecer  con la mente con pensamientos 


positivos y el interior en paz, el mayor tiempo que seamos capaces 

y cuidar el amor...como el más bello jardín en nuestro corazón....

¿Y si en realidad el tiempo no lo pudiese todo, si no fuese tan cierto que las 
cosas con el pasar de los días se van olvidando, o las heridas no se van 
cerrando, cuantas cosas cambiarían?...
Porque es muy fácil pensar que con solo dejar pasar los días, meses o años 
las cosas se solucionan, y lo peor es que uno se auto convence, y se cree un 
superado, alguien que tuvo la suerte de superar un dolor y sobreponerse, y 
se vuelve a sentir fuerte...
Sin embargo, un buen día, quizá el menos pensado, todo el castillo que creías 
tan sólido comienza a temblar, porque te encuentras de nuevo cara a cara con 
el dolor, con ese sentimiento tan helado y tan dormido del que ya casi ni te
 acordabas, y que, muy a pesar de todo, sigue ahí, y comienza a despertarse 
con todas las fuerzas acumuladas por el tiempo en que estuvo inactivo y quiere 
salir, quiere gritar que está vivo y que va a dar pelea, por que la RAZÓN piensa:
”¡Otra vez no! ¿o acaso no te acuerdas el tiempo que te costó volver a ponerte 
en pie?, ¿o no te acuerdas de esas noche sin dormir, de esos desvelos y 
angustias, de tus días vacíos, de tus noches sin estrellas?...

¿Quieres realmente volver a vivir todo eso, o ahora que ya estas de pie no sería 
mejor que anduvieras por otros caminos? Porque, sinceramente, amores no te 
faltan, tienes la capacidad de enamorar a quien quieras, y te vas a hacer 
problema por un hombre/una mujer que, en realidad, no sabes si te quiere, no 
sabes si te engaña?...
¡Piensa! ¡no te equivoques! Una vez creíste tocar el cielo con las manos y en 
un instante descendiste al más profundo de los infiernos, ¿crees que vale la 
pena?
Haz lo que te digo, no existen los amores eternos, y seguramente, todo eso lo 
único que te va a hacer es ilusionarte y volverte a lastimar" Y se hace un silencio 
eterno...

El CORAZÓN, aturdido por las palabras de la RAZÓN, se queda sin aliento, pero 
después de un rato de pensar, donde la RAZÓN ya creía tener ganada la partida,
 el CORAZÓN replica:
"No sé si tus palabras son del todo ciertas, pero sí sé que no son tampoco del 
todo equivocadas: no es lo mismo pensar que sentir, no es lo mismo razonar 
que hacer las cosas impulsivamente, porque los que piensan son aquellos que 
nunca se arriesgan, y pobre de aquel que no esté dispuesto una vez en su vida 
a perderlo todo por la persona que ama, pobre de aquel que no está dispuesto 
a olvidar, porque nunca será perdonado, pobre de aquel que es tan ciego y 
vacío, que no es capaz de dejar de lado todas las trivialidades de la vida por 
amor... Pobre de quien teniendo en frente el amor de su vida, no es capaz de 
quitarse la careta y sentir...

Porque el amor no sólo es alegría, no solo es paz y ternura, el amor es también 
dolor y lágrimas, es angustia y desvelo, es muchas cosas, pero bueno... 
La verdad es que no sé qué pesa más, si la RAZÓN o el CORAZÓN...
Lo que si sé es que si uno no siente se transforma simplemente en una roca, 
una cosa que no es capaz de demostrar cariño y confianza, un cuerpo sin 
alma.
Por eso creo que uno debe jugarse por lo que siente... le puede salir bien o 
mal, puede equivocarse o vivir el resto de su vida con la persona que ama... 
Lo que sí es cierto es que jamás perdonaría a alguien que por rencor o 
desconsuelo no sea capaz de tomar a la persona que ama, y gritarle a todo 
el mundo que por ella daría la vida...

Y, por último, otra cosa que tengo bien clara, es que el que se enamora soy 
yo, y el amor se siente con el CORAZÓN, no con la CABEZA".
Se hizo el silencio... y, sin mediar palabra, el CORAZÓN, decidió tomar el 
camino correcto... y fue tras el amor...
Entre la razón y el corazón... Pensamiento que guarda relación con 
el amor, abarca una dimensión de orden espiritual, en que la 
vibración predominante es el amor. El mensaje  es la lógica racional 
no es la herramienta necesaria para captar una realidad que se 
presenta continuamente en nuestras vidas y que la razón interpreta 
con las limitaciones del mundo físico. O sea, el pensamiento es un 
llamado a buscar el camino que nos permita desarrollar las 
capacidades requeridas para acceder a la verdad que probablemente 
esa realidad nos entregará.

La razón no entiende los sentimientos que nos mueven a hacer algo. 
Como hijos de Dios heredamos la capacidad de razonar y sentir. 
Se dice que cuando prevalece la razón se llama cordura o modestia, 
pero cuando prevalece el corazón (sentimientos) se llama amor, 
pasión.

Lo ideal es actuar con  un equilibrio entre estas dos fuerzas y tener 
presente que el amor es un maravilloso regalo de Dios...